viernes, 31 de mayo de 2013

Arte y locura

Sí, he llegado al cuarto ingreso, de alta.

                Cambiando de tercio, en "Arte y locura", querría hablar de Frida Kahlo. Hay algunos datos engañosos al respecto, ya que Magdalena Carmen Frieda Kahlo hizo coincidir en sus diarios su fecha de nacimiento con la de la Revolución mexicana. Muchos la encasillan en surrealismo, género del que ella renegó, diciendo que simbólicamente, nunca se había alejado de la realidad
"La cama voladora". Cuadro pintado tras sufrir su primer aborto. Evidentemente, no se alejaba de la realidad. Debido a una enfermedad durante su infancia y a un accidente de autobús, sufrió cojera hasta que su pierna tuvo que ser amputada. ya en su matrimonio con Diego Rivera. También graves problemas de columna, que le obligaron a llevar aparatosos corsés de escayola. Algunos le sirvieron como soporte para pinturas. Uno, con un feto, y otro con su columna rota, en las obras más tardías.

 Aquí aparece fotografiada por uno de sus amantes

 La columna rota, obra pintada al verse obligada a llevar un corsé ortopédico



       Sobre los surrealistas, aparte de llamarlos "hijos de puta" en una carta a un amigo desde París, también ha dicho que es "cuando abres el cajón de las camisas y encuentras un león". A Frida le motivó en el tema artístico la vocación de su padre, fotógrafo, que le enseñó ambas técnicas en su infancia. Continuó con el hobby durante su convalecencia y matrimonio con Diego Rivera, y él mismo la animó, en su tormentosa relación durante la que mantuvo un romance con Tronsky y varias mujeres, mientras Diego, por su parte, tuvo un número elevado de amantes, entre ellas, la hermana de Frida, Cristina. Pero no fue narcisismo lo que impulsó a Frida a usarse a sí misma como modelo en muchos de sus cuadros. Declaró que pasaba mucho tiempo sola, ya en EEUU, y que ella era la figura que tenía más a mano.
Autorretrato pintado en su divorcio de Diego Rivera
En su divorcio, pintó varios autorretratos. Además, al ser activista del PC pasó de un estilo que emulaba el Renacimiento y al Art Nouveau a un estilo más nacionalista, sin perder su personalidad. Y es que Frida plasmaba su dolor, de lo que se arrepintió a posteriori, al margen de la obra de carácter social, "Unos cuantos piquetitos" sobre el asesinato de una mujer a manos de su marido, que alegó en el juicio "Pero si no fueron más que unos cuantos piquetitos"
Unos cuantos piquetitos, pintado durante el romance entre Diego y Cristina

Autorretrato con vestido de terciopelo, obra temprana que Frida dedicó a su primera pareja

 "Allá va mi vestido", también representaba una temática social, sobre la vida en "Gringolandia", aunque también expresa su soledad con un vestido de tehuana en medio de la gran ciudad. También esta ambivalencia entre su estado de ánimo, la nostalgia, y la denuncia social aparece en "Autorretrato en la frontera"

Y se atrevió a plasmar un suicidio, a modo de exvoto, de una conocida, Doroty Hale, actriz profesional, por encargo de la directora de una conocida revista estadounidense, que quería rendirle un homenaje. Desde luego, no esperaba encontrarse con la triste realidad...

Los autorretratos de Frida reflejan mucho de su identidad, a veces también ambivalente, pero mayormente fumadora y bebedora compulsiva además de depresiva, como plasmaba en sus diarios, en contraposición con el alegre "Pies para qué os quiero si tengo alas pa' volar?", muchas veces afirmó sufrir tentativas de suicidio. Y es que estaba postrada en la cama. Tras su regreso con Diego, bajo la necesidad de morfina, y sin embargo, ganas de servir a su partido mediante su obra, pintó algunos cuadros con una pincelada muy suelta y mucho menos precisa, como "Autorretrato con Lenin", del que dejó un retrato inconcluso, pues en sus últimos años, tras serle prohibido abandonar la cama, se hizo llevar a su exposición en la misma, después de hacer varias pintadas en su cuarto sobre México. Acudió a una manifestación por la paz, y diez días después murió. Al saber que si desobedecía las órdenes del doctor moriría, algunos afirman que fue un suicidio. De índole social en este periodo pintó varias naturalezas muertas en las que incluía muy frecuentemente sandías, representando su bandera, por sus ideas nacionalistas. También a esta época pertenece "El Marxismo curará a los enfermos" donde, sujeta por Carlos Marx, no necesita sus muletas 

Pero sus autorretratos son lo que mejor plasma su obsesión con la muerte. "Que sea alegre la partida para no volver nunca más" rezaba su diario
"El sueño". Frida dormía con un esqueleto sobre su cama, parodiando su propia muerte, aquí lo ha ubicado en el mismo plano, superior en vez de interior, convirtiéndolo en un Judas, figura típica mexicana que se hace explotar. Las hojas la atraen hacia el suelo

"Las dos Fridas". Pintado durante su divorcio, Frida se biloca. En un lado con su vestido de Tehuana, sostiene un retrato de Diego Rivera. La ataviada como europea u occidental, con el corazón abierto, intenta en vano cerrar una arteria con unas pinzas quirúrjicas

 "Autorretrato como Tehuana o Diego en mi mente"
 "Soy un pobre venadito", pintado tras una fallida intervención de columna (ver "Árbol de la esperanza")
 Nuevamente, las hojas que la atraen al suelo, en el hueco donde debería estar su corazón, que se convierten en arterias
 "Autorretrato con muñeco" Tras tres abortos, nunca pudo ser madre por sus problemas óseos y útero infantil. Plasmó su deseo de ser madre y el dolor por no conseguirlo en varias obras. Aquí aparece con un muñeco representando a un bebé
 Diego Rivera no tenía nada contra las amantes femeninas de Frida. Aquí vuelven a aparecer con hojas
 A pesar de ser atea, usaba muchos recursos simbólicos cristianos, como la corona de espino
El abrazo de amor de El universo, la tierra (México), Yo, Diego y el señor Xólotl
"Todas las mujeres, incluída YO queremos sostener a nuestro marido en brazos y cuidarlo como a un bebé" Aquí Frida (ver mi nana y yo) aparece amamantando a Diego con su propia sangre, mientras de la diosa de la muerte gotea leche. Aparece nuevamente la ambivalencia entre el sol y la luna
Pensando en la muerte

"Moisés", el cuadro que le valió el Premio de Bellas Artes. En él aparece la maternidad como tema central, y Diego, nuevamente con el tercer ojo, a modo de Moisés

"Árbol de la esperanza", pintado para su mecenas (ver "Soy un pobre venadito") tras una operación de columna
"Mi nacimiento", pintado tras la muerte de su madre. Diego le animó a pintar las fases de su vida. Nuevamente aparece el tema de la maternidad
Breve resumen de su obra, plasmado como "La última cena"
Proceso por el que pintaba sus corsés

"Sin esperanza",pintado tras una dieta de engorde

Aquí podemos ver una serie de fotos
El despertar. En la imagen central se ve un feto, entre flores que simbolizan su aparato reproductor. Ella misma, el sol, llora
"Autorretrato con trenza". Tras su regreso con Diego, volvió a dejarse crecer el pelo, símbolo principal de su feminidad, ya que solía ser aficionada a la ropa masculina. Aquí su pelo nuevamente crea el símbolo del infinito
Mi nana y yo. Frida anhelaba México, y lo plasmó con su nana, la que tuvo que tener por el nacimiento temprano de su hermana, sin mirarse
"Autorretrato con el pelo corto". Tras descubrir el romance entre Diego y su hermana (ver autorretrato con trenza), Frida se cortó el pelo y volvió a vestir de hombre, conservando sólo los pendientes. En la pared, aparece una pintada con una canción popular
"La mesa herida"
Mis abuelos, mis padres y yo. Dos versiones de su árbol genealógico. El segundo, inconcluso, refleja a sus hermanas y sus sobrinos, más una imagen que se desconoce. Nueva alegoría a la maternidad
La máscara. Al ser inexpresivo su rostro en los retratos, Frida se plasmó con esta máscara, que reflejaba todas las emociones
"Niña con máscara de la muerte, o ella juega sola" Se cree que también es un autorretrato, en el que ella se plasma con cuatro años

Cabe decir que en fotos tempranas, Frida mostraba cierta belleza, a pesar de su esfuerzo de pintarse con bigote. Parece que anhelaba ser masculina, o valorada por su talento, decida el lector.

La Casa Azul donde nació y murió, ahora es su museo. También ejerció un tiempo como una bizarra profesora de arte, que se negaba a que sus alumnos pintasen en las aulas
Más información en diversos blogs. "Que sea alegre la partida para no volver nunca más"

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