miércoles, 5 de junio de 2013

Arte y locura- Cisne negro

La película del laureado director de "Requiem por un Sueño", de la que también hablaremos, cuenta una encarnizada lucha interior digna de mención. Todo se basa en el ballet el Lago de Los Cisnes. En el hilo argumental de la obra, un príncipe se enamora de la Reina de Los Cisnes, al explicarle ella que su apariencia se trata de una maldición que sólo el amor verdadero podrá romper. Él decide jurarle amor, pero en ese momento aparece el hechicero que las ha transformado, volviendo a conjurarlas. Tras este acto, tiene lugar otro en casa del príncipe. Debe elegir esposa. Al principio se niega, pero al ver a una de las candidatas, la confunde con la Reina de los Cisnes y se compromete con ella. Al darse cuenta de su error, vuelve al lago, donde ella y su amada se suicidan por amor, liberando así a todo el lago de su maldición. La Reina de los Cisnes se representa como un cisne blanco, y su rival, como un cisne negro.
 (Nota: en la página revelamos el argumento íntegro de la película, por tanto, acogiéndose quien entre a los derechos del lector y visor, se avisa para que quien no haya visto el filme pueda ejercer su derecho a no conocer la trama antes de la visión de dicha película. Lo mismo ocurre en todos los posts de cine y literatura de la sección arte y locura)
En el filme, un revolucionario director intenta fusionar a ambos personajes en uno. Para hacer de Reina de los Cisnes elige a Nina, quedando desterrada Beth una antigua bailarina, que acaba por intentar suicidarse tirándose a un coche. En su camerino, Nina había cogido parte de sus cosméticos. Realmente es la belleza de Nina lo que le impulsa a elegirla, ya que es demasiado cándida para hacer de Cisne Negro. Empieza a sufrir abusos por parte del director, que combinados con su obsesión por hacer el papel perfectamente y el suicidio de la anterior Reina de los Cisnes, a la que acude a ver al hospital, generan una tensión que empieza a manifestarse en autolesiones, principalmente arañazos en la espalda, aunque también en las uñas. Pero lo simbólico de los arañazos en los omóplatos es el simbolismo que guarda con el lugar donde deberían estar las alas. Aparece en escena Lily, con un tatuaje a modo de alas en la espalda, y vestida de negro, en contraposición con las prendas claras que acostumbra a vestir Nina. En hábitos son opuestas: mientras Nina lleva una vida totalmente sana, Lily acostumbra a fumar, a beber, a consumir drogas... lo que degenera que en una borrachera, la madre, cada vez más obsesionada con el papel de su hija, que deja sobre su mesita de noche una caja de música, no sea consciente de la presencia de Lily. Ambas practican sexo en su cuarto, con el nuevo contraste de la ropa interior blanca de Lily y la negra con liguero de Nina. Por lo lascivo de su conducta, y teniendo en cuenta que Nina era propensa a la masturbación, podría ser su dopelganher... pues Lily no existe, y no han experimentado ninguna experiencia lésbica, ya que Nina oye de labios de ella que "había sido una fantasía". Finalmente, ella se obsesiona con que Lily la acosa para quitarle el papel. En medio de todo esto, Nina ha cambiado el color de su ropa a gris, ropa que acabará siendo negra. Empieza a fantasear con sus propias autolesiones en un espejo... digamos que experimenta una despersonalización y se está volviendo propensa a los ataques de ira, ya que empieza a gritar y, como renuncia a su ego anterior, tira sus peluches y rompe la caja de música, quedando la imagen de la bailarina reducida a un torso. Es curiosa esa imagen, ya que al principio mira fascinada la estatua de un ángel que bien podría pasar por un ángel caído. En medio de su neurosis con la idea que se ha forjado de Lily, completada ya con el hecho de que, tras quedarse a oscuras en la sala de ensayos, ve a Lily acostarse con el director, que se convierte en un monstruo. Desesperada, acude al hospital donde esta Beth, a pedirle ayuda, porque ella sabe mucho mejor lo que es sentirse desplazado. Le devuelve las cosas robadas, y Beth responde destrozándose la cara con una lima de uñas metálica. Nina huye con la lima y las manos ensangrentadas, no quedando claro si era una alucinación o una realidad, ya que Beth se hallaba en un estado muy crítico, además de que empieza a ver su imagen ensangrentada por la casa, en episodios de lo que parece una anorexia nerviosa (ha estado vomitando una vez mientras le medían, y vomita por segunda vez) En su obsesión acaba viendo plumas nacer y manar de sus heridas auto infligidas y de las derivadas del ballet. Acaba con los ojos inyectados en sangre mientras intenta arrancárselas. En este episodio clínico, su madre va a su cuarto al oírla gritar, y ella le ataca cerrando la puerta sobre su mano. Sus piernas empiezan a curvarse hacia atrás a la altura de las rodillas...se esta convirtiendo en cisne negro, ¿o enloqueciendo? Acaba agrediendo nuevamente a su madre,  al verla en los pies de su cama, tras despertarse con calcetines en las manos... quiere ir al ensayo, pero ha perdido el control... y su madre había quitado el pomo de la puerta. A pesar de ello, llega al estreno, donde habían avisado de que estaba enferma, y mientras se maquilla y viste, descubre que sus pies se están volviendo palmípedos. A lo largo de estas últimas escenas, su vestuario es gris, por la eterna lucha interna entre su lado cándido que se va volviendo libidinoso y autodestructivo, que nuevamente vuelve a encarnar en Lily. Esta vez el verbo se hace carne cuando la ve acariciando los genitales de un bailarín. Otra vez vuelve al blanco como Reina de los Cisnes y acabar de negro como un Cisne Negro... o de luto por su cordura... Tras un error en el primer acto, se retira al camerino llorando, donde Lily le espera ataviada como el Cisne Negro, lo que, en su rivalidad, les lleva a pelear a muerte por el papel... Nina está a punto de ser estrangulada por Lily, cuando la apuñala con un trozo de espejo roto, justo cinco minutos antes de la salida del Cisne Negro, con Lily ya muerta cuando los ojos de Nina, segundos antes, se inyectan nuevamente en sangre y cambia el tono de su voz, dejando patente que ahora el mismo cuerpo es el que carga con ambas... Esta vez con las vestimentas de Cisne Negro, sale a escena con un nuevo porte más macabro, mientras sus brazos se transforman en alas, momento que se demuestra como alucinación en el saludo final al público, con su imagen de humana, pero a la vez proyectando en la pared no una, sino dos sombras inclinadas y con alas, similares a ángeles, entre los cuales también se describen como "blancos" los que sirven a Dios, y "negros" los caídos...Tras besar al director que tan insistentemente llegó a abusar de ella, y de regreso a su camerino, descubre el espejo roto y un charco de sangre delante del armario donde ha guardado el cuerpo de Lily, que reaparece viva cuando Nina se está cambiando, entre bastidores, nuevamente como Cisne Blanco para el final del suicidio de los amantes en la obra. Ahí descubre la realidad: Lily era un producto de su imaginación, una proyección de su mente... se ha apuñalado a sí misma en el vientre. En la escena del suicidio de los amantes, entre aplausos, la herida se hace cada vez más latente, dándole muerte sobre el colchón que debía amortiguar su caída. Cuando el director le pregunta qué ha hecho, ella responde "Sentía", mientras dejan clara su muerte cuando, entre vítores un plano fijo que hace de su vista desde el suelo y boca arriba, se fija en los focos, convirtiéndolos en luz blanca. Pues su papel de protagonista le ha costado caro... debe aprender demasiado del mundo en una obra fantasiosa a pasos de vértigo... No voy a decir por qué patología me decanto... ¿por cual se decanta cada uno?

Al margen de eso, la película muestra un genial desdoblamiento de la personalidad tratado como una bilocación a modo de alegoría del duelo interno de la protagonista, entre lo que debe ser y lo que se es realmente, pero amplificado para mostrar la diferencia, lo que coloca a Lily en la categoría de borderline, narcisista e incluso sociópata, por sus características autodestructivas y lascivas, compensadas con la extrema candidez de Nina, que ha proyectado su ego más "negativo" en ella, sin caer por eso en el estereotipo de "personaje bueno" y "personaje malo" al que estamos acostumbrados, ya que, ni Nina es tan santa como aparenta inicialmente, (recuerdo la escena de su imagen frente a la estatua de un tétrico ángel y cómo robaba a Beth para acabar recurriendo a ella) ni Lily es una "villana", ya que en ningún momento se pone en manifiesto la intención de herir a nadie, ni el miedo visceral de Nina a que esté siguiéndola para arrebatarle el papel, lo que a su vez da a Nina un toque de egocentrismo con un mucho de inseguridad

Lilith