lunes, 27 de febrero de 2012

Declaración de principios

Sí, sé que esto debería haber sido un primer post, pero no contaba con colaboradores.
Mi mente es caótica (habla L322), así que no me importaba que fuese un caos.
El centro, o mejor dicho, los centros son anónimos, igual que sus personajes. No es una cuestión de cobardía, sino de respeto a las personas que han confiado en nosotros, y nos han contado sus historias.

Hay dos narradores: Francis Petrel y L322. Y un tercer narrador, nuestros ojos y oídos, información que nos ha ido dando la gente. Hablaremos del maldito infierno de Centro Psiquiátrico cerrado, y del centro Abierto en el que me encuentro ahora mismo. Y Francis Petrel hablará también de su experiencia en el Psiquiátrico y en diferentes Centros, así como en consultas y en nuestro día a día.

Las personas cercanas, y los pacientes, aparecerán con el "nombre de guerra". Los trabajadores aparecerán con sus cargos: enfermeros, auxiliares de enfermería, celadores y psiquiatras. Y el personal de limpieza, al que me gustaría dar las gracias especialmente por su cariño con los pacientes.  Sí, el personal de limpieza nos dio más cariño que el que debía hacerse cargo de nosotros, aunque no me gusta generalizar. Gracias también a los pacientes. Una buena amiga, Hada, nos puso una vez apodos cariñosos para poder hablar en clave entre nosotros. No usamos estos nombres, pero sí que nos han servido para crear los pseudónimos. Gracias a los pacientes, por formar entre nosotros una pequeña gran familia.

Sobre el anonimato: no se trata de una maniobra de Anonimous, aunque "V de Vendetta" haya influído en esta página. El lema de Anonimous es "No perdonamos, no olvidamos". Nada más lejos de la realidad...no olvidamos, para aprender de nuestros propios errores, pero sí sabemos perdonar, aunque la palabra perdón sea paradójicamente igual de fácil de decir que de sentir. A los que nos han tratado bien, no hay nada que perdonar. A los que sientan algún cargo de conciencia o, simplemente se hayan visto presionados para obrar de tal forma, les perdonamos. No, no todo ahí era malo, había trabajadores con corazón...porque las mejores flores crecen entre el estiércol y los escombros, gracias a los que nos habéis sabido amar como a humanos, en vez de despreciarnos como a locos.
L322

No hay comentarios:

Publicar un comentario